Rolfing: Método de integración postural

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Si notas una rigidez muscular y dolor en las articulaciones, ya sea por tener un trabajo duro o seguir un exhaustivo entrenamiento, el rolfing es la técnica que aliviará tu dolor y conseguirá una relajación total de nuestra musculatura.

Qué es el rolfing

El Rolfing es un método de integración postural que logra que el individuo tenga un mayor equilibrio y amplitud en los movimientos que realiza. Esta técnica trabaja sobre el tejido conectivo, que se trata del tejido que recubre los músculos y órganos de nuestro cuerpo.

Lo primero es analizar la postura para identificar la rigidez de los músculos, con la idea de conseguir una relajación completa de nuestro cuerpo. Liberando los músculos y dejando espacio entre huesos y articulaciones para que puedan moverse lo mejor posible.

Origen del rolfing

La doctora Ida Rolf desarrolló en los años 40, en Estados Unidos, un masaje cuyo objetivo es mejorar el equilibrio y los movimientos del cuerpo, el cual se llamó Rolfing. Este masaje relaja el sistema conectivo, para así liberar las musculatura y las articulaciones. Se aplica a cualquier persona, pero sobre todo a deportistas profesionales como bailarines que tienen una rutina de trabajo intensa.

Beneficios que nos aporta

Los beneficios que se han observado tras usar este método son:

  1. Reducir el dolor crónico.
  2. Reducir la tensión muscular.
  3. Mejorar problemas de la columna.
  4. Prevenir las lesiones y mejorar su recuperación.
  5. Incrementar el rendimiento deportivo.
  6. Aumentar la flexibilidad y la coordinación.
  7. Mejorar la postura y el aspecto físico.
  8. Disminuir el estrés y al ansiedad.
  9. Mejorar la circulación sanguínea.
  10. Aumentar la percepción del propio cuerpo.
  11. Aliviar el dolor de cabeza crónico.

Algunos problemas de salud se pueden mejorar con esta técnica, por eso si sufres de:

  1. Fibromiálgia y fatiga crónica.
  2. Hernias discales.
  3. Escoliosis.
  4. Problemas de columna.
  5. Dolores crónicos.
  6. Artrosis.
  7. Afecciones de los pies.
  8. Síndrome del Túnel Carpiano.
  9. Lesiones causadas por movimientos repetitivos.
  10. Tensión muscular.
  11. Dolor de cabeza crónico.
  12. Ansiedad.
  13. Trastorno de estrés postraumático (TEPT).
  14. Síndrome de la articulación temporomandibular (ATM).

No dudes en probar este tipo de masajes, cuyos beneficios se verán en poco tiempo y se extenderán a lo largo de tu vida, pues las personas que lo reciben frecuentemente refieren una mejora de sus patologías.

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